Cuidado del Ficus ginseng

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Cuidar el Ficus ginseng

Aunque no es un cuidado complicado, el Ficus ginseng requiere cierta atención para asegurar que tenga todas las oportunidades de sobrevivir y crecer en las mejores condiciones durante un período de tiempo prolongado.

Este tipo de planta prefiere la luz típica de interiores, como la que se encuentra en áticos y hogares, y debe estar expuesto a temperaturas de entre 60 y 75 grados Fahrenheit (15 a 25 grados Celsius). Aunque le gusta recibir mucha luz, debe evitarse la luz solar directa. El Ficus ginseng es sensible a las corrientes de aire y no tolera temperaturas extremas. Es importante trasplantarlo en primavera u otoño para que tenga un crecimiento saludable.

Si se cuida adecuadamente y se proporcionan las condiciones ecológicas adecuadas, incluso es posible que el Ficus ginseng florezca y produzca frutos.

Ficus ginseng en invierno

Durante el invierno, es importante prestar atención al cuidado del Ficus Ginseng para asegurar que se mantenga saludable y fuerte. Una de las claves para su cuidado es controlar la temperatura y la cantidad de agua que recibe.

En cuanto a la temperatura, es recomendable que las temperaturas no bajen de los 12 a 15 grados centígrados (54 a 60°F). Si la temperatura baja demasiado, las hojas del Ficus Ginseng pueden caerse y la planta puede sufrir daños. Para evitar esto, es importante colocar la planta en un lugar cálido y protegido, alejada de corrientes de aire frío.

En cuanto al riego, es importante regar menos durante el invierno, ya que las plantas necesitan menos agua debido a la disminución de la actividad de crecimiento. Además, el exceso de agua en el suelo puede provocar el deterioro de las raíces y la muerte de la planta. Por lo tanto, es recomendable esperar a que el sustrato esté seco antes de regar y reducir la frecuencia de riego.

En resumen, para cuidar adecuadamente el Ficus Ginseng durante el invierno es importante controlar la temperatura, mantenerla en un lugar cálido y protegido, y reducir la cantidad de agua que recibe. De esta manera, se asegura que la planta se mantenga saludable y fuerte para continuar su crecimiento en primavera.

Riego del Ficus ginseng

El Ficus Ginseng es una planta de interior muy popular debido a su atractivo tronco grueso y su follaje denso y brillante. Una de las cosas más importantes a tener en cuenta al cuidar de esta planta es el riego adecuado.

  • No riegue el Ficus Ginseng con frecuencia, ya que no necesita un riego abundante. Espere hasta que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar. En verano, es normal que haya que regar algo más, sobre todo si se encuentra en el exterior.

  • Es importante evitar el exceso de agua, ya que el Ficus Ginseng no tolera el agua estancada. Asegúrese de vaciar el platillo después de haber regado para evitar la acumulación de agua.

  • Para mantener el follaje del Ficus Ginseng en buen estado, es recomendable limpiar las hojas con frecuencia con un paño o toalla de papel empapada en agua limpia. Este proceso ayuda a eliminar el polvo y la suciedad acumulados en las hojas.

  • El Ficus Ginseng requiere de una humedad relativa del aire relativamente alta para crecer en condiciones óptimas. Puede lograr esto colocando la maceta sobre un plato de piedras de barro que se puede cargar con agua, sin que la maceta entre en contacto con el agua real. Este método es muy efectivo para aumentar la humedad del aire alrededor de la planta.

  • En invierno, es recomendable lavar las hojas regularmente con agua limpia para mantener la humedad adecuada en la planta.

En resumen, siguiendo estas pautas básicas para el cuidado del Ficus Ginseng, podrá disfrutar de una planta de interior hermosa y saludable por muchos años.

Trasplantar el Ficus ginseng

La mejor época para trasplantar un ficus ginseng es durante la primavera y el otoño, pero se prefiere la primavera si la temporada se retrasa. Estas estaciones son importantes para el crecimiento del ficus, lo que significa que el desarrollo de las hojas y las raíces es más notable en estas épocas.

  • Antes de trasplantar, asegúrese de dejar que la maceta se seque durante unos días y luego seleccione una maceta más grande que la anterior para garantizar un buen crecimiento.
  • Para evitar que la tierra se desborde, se recomienda usar alambre de red y piedras de roca o tierra en la base de la maceta. Es importante utilizar una nueva mezcla de tierra de jardinería de bonsái para renovar los suplementos.
  • Para mantener su ficus ginseng sano y pequeño, es aconsejable doblar las ramas hacia atrás en un tercio. Después de desembalar el ficus, elimine la tierra vieja de las raíces con un cultivador y corte alrededor de un tercio de las raíces para activar su crecimiento.
  • Coloque el racimo de raíces a la altura del punto más alto de la maceta y muestre las raíces más largas por encima del nivel del suelo para que puedan engancharse.
  • Finalmente, rellene la maceta con una nueva mezcla de tierra, empuje hacia abajo y riegue.

Poda del Ficus ginseng

Si tienes un Ficus ginseng en casa y quieres mantener su forma, deberás podarlo de forma constante. La poda te permitirá mantener su primera forma o darle la forma que deseas. Sin embargo, ten en cuenta que podar constantemente el Ficus ginseng hará que se estire más.

Para podar el Ficus ginseng, debes cortar los nuevos brotes a medida que aparezcan. Si está en el exterior, asegúrate de podar el desarrollo invernal en primavera y cortar los nuevos brotes a medida que aparezcan. Una buena pauta general es esperar a que se formen de 8 a 10 hojas nuevas y, después, eliminar la mitad de ellas. Esto provocará el crecimiento de nuevas ramas y el desarrollo de un follaje más grueso y maravilloso.

Es posible que, de vez en cuando, el Ficus ginseng acompañe pequeñas ramas unidas a una raíz más grande. Si observas que crecen brotes por debajo de la unión, apriétalos, ya que no siempre son precisamente del mismo origen que las ramas subyacentes. De esta forma, no solo el ficus cambiará de forma y actitud, sino que las ramas unidas se quedarán sin savia y desaparecerán. Las ramas unidas provienen de surtidos de hojas pequeñas, mientras que el increíble cepo proviene de surtidos de hojas más grandes.

Recuerda que, aunque el Ficus ginseng es una planta fácil de cuidar, necesita algunos cuidados básicos para mantenerse saludable. Con la poda adecuada y el mantenimiento regular, tu Ficus ginseng puede proporcionarte una hermosa planta de interior durante muchos años.

Infecciones y bichos del Ficus ginseng

El Ficus ginseng pierde sus hojas

Es factible que su Ficus ginseng esté experimentando problemas debido al exceso de riego, falta de humedad o iluminación adecuada, o porque ha sido colocado en un sitio con corrientes de aire.

Para solucionar esto, es recomendable regar la planta únicamente cuando la tierra esté seca y también pulverizar las hojas para mantener la humedad.

Asimismo, es importante asegurarse de que la planta esté ubicada en un lugar que cumpla con los requisitos mencionados anteriormente, es decir, que tenga buena iluminación pero sin exponerla directamente al sol de la tarde.

Las hojas del Ficus ginseng se vuelven amarillas o aparecen manchas

Esto se debe a los parásitos de los insectos rojos.

  • Básicamente, trátela con un insecticida natural que se vende en las tiendas de cultivo.

Las hojas de Ficus ginseng muestran manchas blancas que, por lo general, son pegajosas cuando se ponen en contacto con ellas.

Esto se debe normalmente a las cochinillas o a los bichos que se arrastran, ante los cuales el Ficus ginseng es totalmente indefenso, especialmente en el interior.

  • Vea la mejor manera de liberar su ficus ginseng de las cochinillas

Aparecen hojas más grandes que las encantadoras hojas pequeñas

Esto puede deberse a que el Ficus ginseng está unido. La parte de la raíz es de otro tipo de Ficus. De vez en cuando, brotan ramas de esta parte de la raíz (llamada “tronco de la raíz”), y las hojas son extraordinarias.

  • Recorte estos nuevos brotes para evitar que tomen savia de las ramas unidas del Ficus ginseng.

De vez en cuando aparecen hojas más grandes debido a que se han aplicado inhibidores del desarrollo a la planta en el vivero. Los inhibidores del desarrollo moderan el desarrollo y disminuyen el tamaño de las hojas. Cuando desaparecen, las hojas adquieren su tamaño normal.

  • En caso de que necesite hojas más pequeñas, deshoje su Ficus ginseng totalmente cada vez que lo pode (corte todas las hojas con unas tijeras). Se desarrollarán nuevas hojas, más pequeñas que antes.

Rama extraña que se desarrolla bajo una ramita o desde el compartimento de almacenamiento:

A veces, un brote peculiar emerge de la corteza. No tiene hojas. Crece como un brote de color claro pero la corteza aparece paso a paso.

  • Se trata de una raíz aérea. Se enrolla y se dobla con la intención de llegar a un nuevo terreno.
  • En caso de que necesite que se alargue y florezca, debe garantizar que el aire esté continuamente húmedo. Por ejemplo, nebulizar o salpicar cada día con agua limpia.
  • En caso de que el aire sea demasiado seco, esta raíz aérea se secará.

Conozca el ficus ginseng

Las hojas de Ficus ginseng en primer plano son pequeñas y bonitas. Originario de Asia, el Ficus ginseng se ha convertido en una planta de interior, frecuentemente como bonsái.

Su pequeño tamaño y su grueso tronco la convierten en una planta vivificante.

«Ginseng» significa raíz en chino, y se atribuye a esta planta en vista de la raíz aeronáutica celestial. No obstante, sus hojas de color verde oscuro excepcionalmente brillantes son igualmente atractivas.

Dado que no es difícil de desarrollar y cuidar, se le llama normalmente el bonsái del aficionado. Su ciclo de vida puede atravesar numerosos años, incluso muchos años, y la forma de conseguir una vida fructífera es esencialmente dar un riego adecuado.

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